“Marce, me harté de pintar mandalas, del yoga y de los yuyos. Necesito correr detrás de la pelotita amarilla!! Vos me entendés no?. Please cuando escuches este mensaje llamame. Estoy desesperada”
“Loooooly qué alegría!! volviste de tu viaje místico… ya me estaba empezando a preocupar tu abandono de la raqueta”
“Gorda nada que ver, ya te expliqué que la carta astral me marcaba este camino de búsqueda de paz interior”
“Si si Loly me lo dijiste por lo menos cien veces en los últimos meses, pero sos tan extremista… o hay que sacarte de la cancha o largas todo”
Mientras Marcela hablaba sin parar yo hacía respiración profunda imaginándome como Sharapova en su regreso. ..
“Y bla bla bla bla ya anote”
Fueron dos palabras mágicas “¡súper! En que torneo? ¿Dónde se juega? ¿Cuándo empieza?”
“En dos semanas. Empeza ya a entrenar que nos vamos a la costa. Tres días de juego, todas contra todas, tenis, playa, SPA. Todo en el mismo lugar!!! Ah… y árbitros!”
“¿Arbitros?”
“Si, para sentirnos como a profesionales!!”
Y ahí fuimos, entrenadísimas a competir por el trofeo en la categoría C.
Arrancábamos con el primer partido tipo 9 de la mañana, previo elongar en el gym, y jugábamos todo el día.
Increíblemente llegamos a la final de la zona. La pareja ganadora pasaba a la rueda campeonato con la que salía segunda en el otro cuadro. Y ahí sí, las que perdían… a seguir participando (en el próximo).
Charlamos y nos reímos con las rivales durante el desayuno previo al match. Les confieso que por dentro era un nudo de nervios pero la verdad que las técnicas de relajación que vengo practicando me ayudaron muchísimo, por lo menos a que no se note.
“Dolores Panico Marcela Canicka: cancha 7”
“ Nos llaman por parlantes gorda… qué nivel… me siento una profesional Marce”
Entramos al court felices
“Chicas soy Nacho, árbitro del torneo. Acá tienen las balls. ¿Alguna pregunta? ” - nos sonrió broceado-anteojos negros-take it easy-.
Y sin esperar respuesta salió de la cancha.
La verdad es que nosotras no estamos acostumbradas a jugar a cara de perro, pero parece que es la onda en las instancias finales, porque parecíamos desconocidas. Ni una palabra en el peloteo.
“Que mala vibra Marce te diste cuenta? ¿Dónde quedaron las sonrisitas del desayuno? No lo puedo creer”
“Loly no seas perseguida please! Respira, meditá, hace lo que quieras, pero en silencio y con la vista en la pelotita”
Y cumplí a rajatabla. No, no. En realidad a medias, porque no me pude quedar callada con lo que vino después.
En el primer game del partido, hubo una pelota dudosa para nosotras. Me acerque re tranqui hasta la red y les pregunté a las contrarias: ¿están seguras de que ese es el pique?
“Mira Dolores, hace años que juego al tenis –me respondió la que fuera de la cancha parecía la más simpática- Y no me gusta el tono con el que me hablas. ¿Tenes algún problema conmigo? No me banco la mala onda ¿entendes?”
“No gorda, yo no tengo mala onda, solo te pido que te fijes en el pique porque para nosotras fue otro. Y si no hacemos dos chicas please” No lo podía creer, primer game y una discusión? Marcela y la compañera de buena- onda mientras tanto en el fondo haciendo fondo. Y el árbitro? No sé, tomando sol en otra cancha.
Jugamos de nuevo el punto y ganamos el game. Nos pusimos 5-2 arriba y en el último tanto para quedarnos con el set “MALA!!” grita miss simpatía levantando la mano.
“Sorry gordi. La pelota fue fleje”
“NO. Fue la que te marqué”
“¿Cuál marcaste?”
“ESTA” -haciendo un circulo en el aire con la raqueta –
“¿Me la podes mostrar?”
“ES ESTA”
“Sorry ¿puedo pasar? no veo lo que marcas”
“SI VENI” -invitándome con la manito “TE DAS CUENTA QUE TENGO RAZON FLACA. VOS TENES ALGUN PROBLEMA. ASI NO SE JUEGA”
Hice como que pasó un tren y sin responderle me mandé como una lady al otro lado de la cancha.
“¿Cuál es???”
“ESTA. MIRA” y borró el pique con la punta de la zapatilla.
“Pero ¿qué haces? ¿Te volviste loca? Cómo se te ocurre borrar el pique!! ¿Vos sabés lo que significa
FAIR PLAY????”
Marcela otra vez en el fondo y muda. Pero esta vez porque no le salían palabras ante lo que estaba sucediendo. La compañera de buenos- modales saltaba en su mundo.
¿El árbitro? Bien gracias.
Se las hago corta. Les dimos el punto. Perdimos 7/5 6/0.
Jugué el resto del partido con un nudo en la garganta y cuando salimos de la cancha me puse a llorar.
“Que tal chicas ¿Cómo les fue?”
“Vos que sos árbitro ¿Me podes decir en qué página se publican los cambios del reglamento de tenis?” -fue la respuesta de Marcela -
“Vamos Marce. Ya pasó, mejor nos vamos al gym”
“Si Loly. Pongamos en práctica lo que siempre me decís: de todo se aprende. Otra vez no nos va a pasar”
El torneo no lo ganamos, pero más allá de ese mal momento, pasamos unos días divinos entre mujeres fanáticas del tenis como nosotras. Y en definitiva eso es lo que cuenta.
Y como si fuera poco en los sorteos del cierre salieron nuestros números: nos llevamos unos vestiditos divinos!
Bye girls!
Dolores Pánico ©
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